AI Act y cómo afectará a las empresas que usan inteligencia artificial
- apuntiturull
- hace 4 días
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La aprobación del AI Act representa un cambio importante en la forma en que las empresas europeas deberán trabajar con tecnologías de inteligencia artificial. Esta nueva ley busca garantizar un uso ético, transparente y seguro de la IA dentro de todos los sectores productivos. Por ello, es clave entender su impacto real y cómo prepararse.
Este reglamento no solo afecta a desarrolladores tecnológicos. También implica obligaciones para las compañías que integran agentes inteligentes en sus operaciones. Conocer los puntos principales del reglamento europeo de inteligencia artificial ayudará a anticiparse, evitar sanciones y seguir innovando sin riesgos legales.
¿Qué es el AI Act y por qué afecta a todas las empresas?
El AI Act es una propuesta legislativa de la Unión Europea que regula el uso de la inteligencia artificial. Su objetivo principal es proteger a los ciudadanos, estableciendo normas claras para el diseño, uso y supervisión de sistemas basados en IA.
La normativa distingue entre diferentes niveles de riesgo, desde mínimo hasta alto. Esto permite aplicar reglas más estrictas a sistemas que puedan afectar derechos fundamentales, como reconocimiento facial o decisiones en procesos de selección laboral.
¿Qué obligaciones impone el reglamento europeo de inteligencia artificial?
El reglamento europeo de inteligencia artificial exige a las empresas cumplir con varios requisitos antes de desplegar un sistema de IA. Estas obligaciones dependen del nivel de riesgo, pero hay elementos comunes como:
Evaluación del impacto en los derechos de las personas.
Transparencia en el funcionamiento del sistema.
Supervisión humana constante del agente inteligente.
Registro detallado del comportamiento del sistema.
Seguridad y robustez técnica comprobada.
Cualquier empresa que trabaje con agentes de ia o automatización inteligente deberá revisar sus procesos para asegurar el cumplimiento de estas normas.
Qué empresas deben prestar más atención a la ley de inteligencia artificial
Aunque el AI Act se aplica de forma general, algunas industrias tendrán que adaptarse con mayor urgencia. Sectores como salud, banca, recursos humanos o educación usan IA en decisiones críticas. Estas aplicaciones suelen estar clasificadas como “alto riesgo”.
Un hospital que utiliza un sistema para priorizar pacientes debe demostrar que el algoritmo no discrimina. Una consultora que usa IA para preseleccionar candidatos debe documentar cómo funciona su sistema de puntuación.
Las empresas que usan soluciones de inteligencia artificial para empresas también deben considerar si sus agentes acceden a datos personales o influyen en decisiones sensibles.
Ejemplo práctico del impacto de esta ley en una pyme
Imagina una pyme que usa un agente digital para procesar solicitudes de clientes y asignarles productos según sus preferencias. A simple vista, parece un sistema de bajo riesgo. Pero si ese agente accede a datos personales o realiza recomendaciones automáticas, puede estar sujeto al reglamento europeo IA.
La empresa necesitaría documentar cómo el sistema toma decisiones, garantizar que no hay sesgos y permitir supervisión humana en caso de conflicto. Esto puede ser un reto técnico si la empresa no cuenta con soporte especializado.
Cómo puede ayudarte SOMIA Solutions a cumplir el reglamento
En Somia Solutions entendemos que el cumplimiento normativo es una prioridad. Por eso, desarrollamos agentes de inteligencia artificial que cumplen con estándares éticos y técnicos, preparados para integrarse en entornos empresariales con normativas estrictas.
Nuestra tecnología permite configurar agentes que registran cada acción, permiten supervisión humana y están diseñados para adaptarse al marco legal del AI Act. Esto da tranquilidad a empresas que buscan automatizar sin comprometer la seguridad jurídica.
¿Por qué es importante comenzar la adaptación antes de 2025?
El AI Act entrará en vigor de forma escalonada, pero muchas obligaciones aplicarán en 2025. Las compañías que se adelanten a los requisitos podrán evitar bloqueos, multas o interrupciones en sus servicios. Además, posicionarse como una empresa ética frente a clientes y socios mejora la imagen y genera confianza.
Prepararse a tiempo implica revisar los sistemas existentes, implementar mejoras y elegir plataformas compatibles con la nueva regulación de la inteligencia artificial. En este camino, contar con una herramienta de diagnóstico inicial es clave.
Qué agentes de IA puedes implementar sin riesgos legales
No todos los sistemas representan un riesgo elevado. Existen soluciones de IA de bajo riesgo que pueden automatizar procesos simples sin exigir requisitos complejos. Por ejemplo:
Respuestas automáticas a clientes.
Recomendación de productos basada en reglas.
Automatización de flujos administrativos básicos.
Análisis de datos internos sin implicaciones personales.
La clave está en entender qué tipo de IA se está utilizando y cómo afecta a personas, decisiones o datos sensibles. Por eso, trabajamos para que nuestros clientes implementen solo lo necesario, con total control y cumplimiento.
Qué debes hacer ahora si trabajas con inteligencia artificial
Estos son los pasos que recomendamos en SOMIA Solutions para adaptarte al AI Act:
Evalúa tus agentes actuales y su nivel de riesgo.
Identifica si hay datos personales o decisiones sensibles involucradas.
Consulta con expertos legales o tecnológicos sobre el impacto del reglamento.
Elige plataformas diseñadas para cumplir con la regulación.
Capacita a tu equipo en buenas prácticas de uso de inteligencia artificial.
Además, es fundamental revisar los contratos con proveedores tecnológicos para asegurarse de que sus soluciones también estén alineadas con el reglamento europeo IA.
Conclusión
La llegada del AI Act no debe verse como una amenaza, sino como una oportunidad para mejorar la calidad y seguridad en el uso de tecnología. En Somia, creemos en una inteligencia artificial ética, controlada y útil para todos los tamaños de empresa.
Contar con agentes de ia adaptados al entorno legal permitirá que las empresas no solo eviten sanciones, sino que ganen eficiencia, reputación y sostenibilidad a largo plazo.


